lunes, 8 de junio de 2009

Miedo


Un profundo miedo agobia hoy mi alma,
un miedo estremecedor, incalculable,
incomprensible, inexplicable,
un miedo pavoroso, penetrante.

Miedo de sentir, miedo de soñar,
miedo de amar, miedo de perder,
miedo de aburrir, miedo de cambiar,
miedo de aprender, miedo de crecer.

Miedo que me impide llorar
incluso, cuando mi alma está a punto de
estallar.
Es un miedo tan intenso
que ni siquiera me deja amar.

Como quisiera volver a ser aquella que fui,
caminar sin preocupaciones por la vida,
volver a mis raíces, volver a sentir,
volver a soñar, e incluso a vivir.

Pero este miedo interminable, que me apresa,
me condena a esta prisión sin rejas,
a este dolor ambiguo, intolerable
que se apoderó de mi, en "aquel" instante.

Dejándome sin fuerzas, sin ánimos,
arrebatándome mis sueños, mis esperanzas,
despojándome de lo único que añoraba
las ansias de vivir, como yo esperaba...


"La amistad puede ascender a amor,
y a menudo lo hace,
pero el amor nunca desciende a amistad"
(Lord Byron)


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