Amor en la distancia: ¿Es posible de llevar?

Hoy en día es cada vez más frecuente escuchar entre las parejas, que se han conocido a través de Internet, por medio de un Chat o de una página de contactos. En este mundo virtual parecen haber más solteros/as que en el mundo de andar a pie. Pese a esto, Internet no es la única manera relación. ¿Pueden estas relaciones funcionar? Yo me pregunto si estos vínculos, que en la mayoría de los casos, están creándose en la distancia si tendrán un futuro en común y si es posible que ese amor pueda superar la barrera de la distancia e incluso del tiempo. Es de imaginar que costará a ambas partes, pero que si se trata de un compromiso verdadero, construido con una base firme, ¿por qué no podría ser? Algunos matrimonios, por motivos laborales deciden separarse para trabajar en otra ciudad o país, pero comprometiéndose a seguir trabajando unidos por la relación. ¿Pueden estas relaciones funcionar?

Lo importante aquí es que se logre llevar bien esa distancia. La conversación es básica, y por lo tanto el preguntar el uno al otro cómo lo lleváis de vez en cuando es fundamental. Si se tienen los elementos necesarios para mantener ese amor, por supuesto, que puede es una experiencia muy hermosa, sobre todo, si los dos sienten lo mismo. Llegados a este punto yo me pregunto: ¿Cuales son los elementos? Son mucho amor, confianza, esperanza, comprensión, respeto, disposición y el carácter para lograrlo. La madurez personal es un elemento importante en toda relación, sea de lejos o de cerca.

¿Es todo tan bonito? ¿Cuando se comienza a sufrir por esa distancia?, y ¿qué sucede entonces? Pues es cuando comienza a quebrantarse la relación. Sufrir la distancia siempre es duro, pero si hay amor ¿todo es posible?. Cada persona expresa sus sentimientos de forma diferente. Hay parejas que comparten casa a diario y que se dicen lo mucho que se quieren constantemente y resulta que luego tienes grandes crisis y fuertes disputas. A veces un gesto dice mucho más que mil palabras de amor, y yo creo que el mantener esos encuentros mensuales o semanales, a pesar de la distancia, es un gran gesto de amor por parte de ambos. Sabemos que gran parte de una relación se basa en el contacto físico, en el acontecer diario, en el conocerse mutuamente en el ir y devenir de los días; no obstante cualquiera que fuese el motivo, muchas veces las parejas deben separarse físicamente y la decisión de seguir juntos o continuar se torna dificultosa, sobre todo si todavía se aman.

Pero cuando se decide continuar pese a los kilómetros, cada uno de los miembros de pareja debe sincerarse sobre si podrá o no podrá con los estrujes que este tipo de relación ejercen. ¿Qué es lo que más añoramos? El poder dormir juntos y dejar de verse por muchos días puede desatar en cualquiera una sensación de desconfianza. Quizá lo que puede dañar más sea la temida soledad, pues las personas pueden sentirse que están solas cuando necesitan de alguien que en un mal momento necesite de ese abrazo. Otra pregunta que yo me realizo es ¿la presión social es otra enemiga? Los familiares y amigos pueden hacer comentarios hirientes sobre la pareja que está lejana y es quizá cuando aparecen los celos y la desconfianza. ¿Qué se puede hacer ante esto?

Supongo que debe actuar con decisión y no dejar que estos sentimientos se apoderen de la mente. Sólo viviendo con seguridad, confiando en el otro y entendiendo que la separación es transitoria y no imperecedera puede sobrevivir una relación de estas características. Algunas parejas tienen los medios para viajar sin problema, incluyendo el tiempo, el dinero y las circunstancias necesarias. Si éste es el caso, entonces la dificultad de estar lejos es casi mínima. ¿Cómo podemos “aliviar” el no poder viajar con demasiada frecuencia?. Hay varias alternativas que podrían funcionar: el teléfono o una cita virtual. Enviar mensajes románticos cuando quieras decirle que la añoras. O un correo electrónico. Y supongo que lo último, y no menos importante para todo el mundo, es divertirse con los pensamientos y las imágenes diarias, pues hacen que los días pasen más rápidos y los problemas sean menores, aunque sigan existiendo. Disfrutar de las ganas de que llegue la próxima comunicación o visita.